Al ver una fotografía por primera vez, el artista francés Paul Delaroche declaró en 1840: “desde ahora, la pintura ha muerto”. Cerca de dos siglos después, la pintura sigue viva y coleando, y los pintores siguen tratando de descubrir nuevas cosas que hacer con este medio. En las décadas siguientes, tanto la fotografía como el cine (una “invención sin futuro”, de acuerdo con su inventor) han sido repetidamente declarados muertos, al borde de la muerte o reducidos a una versión miniaturizada que solo vemos en nuestros teléfonos celulares. Tal vez solo el cine y la fotografía, como los conocimos anteriormente, están muertos o transformados irreversiblemente. La muerte siempre ha sido central en la fotografía y en el cine. Un sinnúmero de teóricos ha reflexionado sobre las conexiones entre estos dos medios y aquella. "Todos esos jóvenes fotógrafos que están trabajando en el mundo, decididos a la captura de la realidad", escribió Roland Barthes en La cámara lúcida, "son agentes de la Muerte". “El cine es el arte de destruir las imágenes en movimiento”, escribe el archivista cinematográfico Paolo Cherchi Usai. Lo que está claro es que los límites que separan estos medios de otros como ellos (Snapchat, Instagram y TikTok, que solo existen desde hace unos años) son cada vez más borrosos, si no irrelevantes, y que estos nuevos foros donde hoy miles de millones consumen imágenes son a la vez como y diferentes a la fotografía y el cine. Las herramientas de los medios sociales son usadas con fines de todos tipos, incluyendo los de organizaciones criminales que con ellas dan a conocer sus amenazas, provocaciones y asesinatos. Mas que servir para ocultar la identidad de los autores del crimen, sirven de foro para que anuncien sus fechorías. Mientras tanto, ciudadanos activistas usan estas mismas tecnologías para denunciar la brutalidad policiaca y el abuso, mismos que con frecuencia son dirigidos a los productores de la imagen. La manipulación digital socava aún más la condición indéxica como evidencia de la documentación fotográfica, y las noticias falsas (o deliberadamente partidistas) debilitan la conexión objetiva entre el periodismo (y el fotoperiodismo) y la realidad. Las plataformas digitales facilitan la piratería (y el détournement) de las imágenes. La cuarentena por COVID-19 puede haber sido un paso más hacia la dominación digital absoluta, reduciendo nuestro compromiso con la realidad y la sociedad a la interacción con una serie de pantallas digitales.

Mientras tanto, fotógrafos y cineastas continúan haciendo un trabajo que acentúa y evidencia la emulsión, las calidades del revelado manual, el flicker del proyector y otras particularidades de procesos analógicos obsoletos que ahora se han convertido en decisiones estéticas significativas. Cineastas proyectan trabajos que existen entre el umbral de la imagen en movimiento y el fotograma. En la frontera entre los Estados Unidos y México y lugares como Oaxaca hay fotógrafos que subvierten la fotografía humanista. En diversos países de Latinoamérica y en lugares de México como Veracruz, Ciudad Juárez y la Ciudad de México, el clima generalizado de miedo producido por la creciente violencia, feminicidios, el crimen organizado y las corruptas fuerzas de seguridad obligan a los artistas que trabajan con los medios de comunicación a repensar las estrategias para representar y condenar el contexto aterrador en el que trabajan.

Esta decimoquinta edición del SITAC, que a su vez marca el vigésimo aniversario del simposio, reunirá para discutir estos asuntos a un grupo internacional y multigeneracional de teóricos, historiadores del arte, cineastas, filósofos y artistas. Artistas experimentales de medios audiovisuales como Ximena Cuevas, Craig Baldwin, Steve Fagin y Los Ingrávidos dialogarán sobre su trabajo. Asimismo, la historiadora de la fotografía Abigail Solomon-Godeau realizará un exorcismo de los fantasmas del documentalismo. Lorena Gómez Mostajo y Lourdes Portillo presentarán sus proyectos sobre mujeres de la frontera entre México y Estados Unidos, mientras que Rubén Ochoa nos va a explicar la realidad aumentada en su activismo antimonumental en Snapchat, situada en el centro de la diáspora centroamericana en Los Ángeles. El evento será precedido por un ciclo de películas y la publicación de una antología de ensayos reimpresos, artículos, extractos y manifiestos destinados a presentar a un público no especializado las preocupaciones y preguntas fundamentales que motivan esta edición del simposio.

Imágenes:

Identidad SITAC XV por Estudio Herrera 1

Identidad SITAC XV por Estudio Herrera 2

Ataque a una diligencia, Raúl Guerrero, 1995-2021

Mujer del Puerto, Raúl Guerrero, 1993-1998

Scratches on the Film, Ed Ruscha, 1993

The End #68, Ed Ruscha, 2006

Debido a las condiciones sanitarias y a la capacidad del auditorio del Museo Nacional de Antropología, es necesario confirmar tu asistencia en este link: https://bit.ly/registrositac

El SITAC es un gran esfuerzo para el PAC. Te invitamos a registrarte únicamente a las sesiones a las que asistirás.